Nuestra Historia de Amor

Nos conocimos un 6 de marzo de 2021 en Fenicia en plena pandemia. Este encuentro sin lugar a duda fue algo inesperado. Todo sucede porque mi prima Mónica me pide que la acompañe a una cena con un “primo” de su novio Ashik. Resulta que Mohit es el primero en llegar a esta cena y todos los demás nos demoramos en llegar y él estuvo a punto de irse, pero el destino no lo dejó. Una hora más tarde a lo acordado llego yo, sin esperar absolutamente nada de este encuentro. Para mi sorpresa conozco a una persona graciosa, inteligente y atenta. Finaliza la cena y este caballero me acompaña al carro y se despide, yo manejo a mi casa con una sonrisa y más nada.


El día siguiente me invitan a un almuerzo al que no estaba muy convencida en ir, pero es aquí donde Suzanne, Karla y el destino entran nuevamente y me hace seguir su curso. Llego a Blue Moon en Casco Viejo y no está Mohit. Él había salido a almorzar con su familia y ya había regresado a su casa a descansar. Sin embargo, había algo que le decía que debía ir a Blue Moon, que si se quedaba en su casa algo no cuadraba. Y así fue, llegó a mí para nunca más dejarme ir.


En este almuerzo que terminó en una cena hasta justo antes del toque de queda Mohit y yo sentimos algo, una chispa, un sentimiento nuevo, algo que sin lugar a duda queríamos seguir descubriendo. Cabe mencionar que yo era un poco penosa y Mohit también. Por consecuente nadie le pidió su número a nadie. Así que me voy a mi carro, un poco confundida, ya que me parecía extraño que si nos habíamos llevado tan bien no parecía ver una próxima vez. A pesar de esto me subo a mi carro y el destino vuelve a hacer de las suyas, mi waze no estaba funcionando y necesité de la ayuda de Mohit para salir de Casco. Lo seguí hasta la salida y bajo el vidrio para despedirme de él, a lo que él responde: Por favor avísame cuando llegues a tu casa… sin tener mi número… Por su puesto que procede a pedírmelo gritando de un carro a otro y sigue manejando hacia su casa y yo a la mía. Recordemos que era pandemia y yo no salía mucho, y mucho menos manejaba, así que el waze me confundía un poco. Esto me lleva a tomar una calle que no era, a lo que Mohit se preocupa y decide acompañarme hasta mi casa para asegurarse de que no me volviese a equivocar o perder.


Y es a partir de este 7 de marzo de 2021 que no pudimos dejar de hablarnos, ver una notificación en la pantalla del celular ya no era lo mismo. Solo escuchar ese sonido hacía que nos emocionáramos por ver el teléfono y ver si el otro nos había escrito.
Palabras más, palabras menos, aquí estamos, completamente enamorados. Jamás hubiésemos pensado que un día en Fenicia nos traería a Bogotá a unir nuestras vidas por siempre. Somos una pareja llena de risas, amor, complicidad, locuras y aventuras. Estamos muy emocionados de tomar este paso, convertirnos en uno y llevar nuestro amor a otro nivel.


Sin lugar a duda el destino ha sido nuestra casualidad más linda.

Our love Story

It all began at Fenicia on March 6, 2021, right in the middle of the pandemic. This meeting was completely unexpected, all thanks to Ashik and Monica (Suhaila’s cousin), who invited both of us to join them for drinks and dinner. Mohit arrived first and spent some time chatting with the group. Just as he was about to leave, fate intervened, and he decided to stay. Suhaila, arriving fashionably late—almost an hour later—came with no expectations of what or who she might encounter. To her surprise, she met someone who was not only funny but also intelligent and thoughtful.
For Mohit, Suhaila’s charismatic charm and radiant personality were irresistible. After dinner, Mohit walked Suhaila to her car, where they said their goodbyes. Driving home, neither could have imagined how profoundly this chance meeting would alter their lives.
The very next day, they were both invited again—this time to lunch and drinks at Blue Moon in Casco Viejo. Suhaila hesitated at first, unsure if she should attend, but with a little encouragement from her friends, she decided to go. Unbeknownst to her, destiny was about to work its magic again.
When Suhaila arrived, Mohit wasn’t there. He had gone out for lunch with his family and returned home to rest. Yet, something inside him told him to join the group—perhaps he was still intrigued by the connection they had shared the night before.
That lunch turned into drinks, which turned into dinner, stretching all the way to the final moments before the pandemic curfew. By the end of the evening, both Suhaila and Mohit felt something unmistakable—a spark, a new feeling, and an undeniable connection they were eager to explore.
But being shy, neither asked for the other’s phone number. As they said their goodbyes, it seemed uncertain when or if they’d speak again. On the way out of Casco Viejo, Mohit noticed Suhaila was unfamiliar with the area and offered to guide her out. At the exit, he called out from his car, “Please let me know when you get home!” Realizing they didn’t have each other’s numbers, they shouted them out from car to car.
As Suhaila took a few wrong turns, Mohit was a little concerned and decided to follow her, ensuring she safely found her way home.
From that March 7, 2021, they never stopped talking. Every call and notification brought a burst of happiness, and seeing each other quickly became the highlight of their days.
And now, here we are, celebrating their love in Bogotá. What started as a simple meeting in Fenicia has turned into a journey of laughter, love, partnership, adventure, and shared dreams.
Without a doubt, destiny has been their most beautiful coincidence.